Quizás en verdad soy libra y de verdad me cuesta estar sola. Me preparé unos fideos con palta y mi almuerzo fue triste y rápido e intenté comer lo más posible en el menor tiempo.
Pensé que hace un mes almorzaba con ella y las comidas eran lentas y bonitas y variadas y el jugo siempre estaba fresco y no era la coca cola de ayer. Almuerzo sola y me doy cuenta de estas cosas; aunque antes también pensaba que mis almuerzos eran los mejores del mundo.
Cuando tuve que empezar a almorzar en el colegio me demoré meses en superar la angustia de no comer con ella y estar con desconocidos. Me refugié en las cosas que ella me enviaba: choclo con carne, fideos con carne, puré con carne. En ese tiempo era más mañosa que ahora y no comía papas ni arroz. Ahora perdí su comida y su compañía otra vez. Tendré que acostumbrarme, asumir que soy libra y que no me gusta almorzar sola.
